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Mi Alma Mater

sábado, 16 de enero de 2010

Cómo confronté la docencia

Mi confrontación con la docencia.


Félix Rendón Ríos

Desde el inicio no fue mi intención ser docente, en realidad yo quería ser médico veterinario, pero las circunstancias me orillaron a estudiar la normal, pues era la única opción que existía en mi pueblo para estudiar una carrera, asi que entré a estudiar la normal primaria para ser maestro rural.

Una vez que terminé la normal me fui como maestro rural al estado de Querétaro, en donde estuve 2 años en la misma escuela. Después me cambié al estado de Puebla, en donde me desempeñé como director comisionado en la misma escuela también por 5 años. Conviviendo con las personas de la comunidad por que me quedé a vivir en esta comunidad durante todo el tiempo que trabajé en esa escuela.

Es así como me inicié como maestro de primaria en el medio rural en mis inicios como docente. Posteriormente me cambié a un medio semiurbano, en la región de Tepeaca, en donde puede experimentar nuevas experiencias, como maestro y como director también, pues ahí ejercí la dirección de dos escuelas de manera comisionada. Y como me retiré de la docencia en educación básica, entonces ya no pude ascender en el escalafón vertical, quedándome hasta la fecha como maestro de grupo en primaria rural, como lo dice mi nombramiento oficial.

En realidad me gusta mucho ser docente frente a grupo por que representa una oportunidad real de poner en práctica las ideas educativas que uno tiene, tal vez por eso no he buscado la manera de obtener un ascenso. Además en la educación básica es donde se forman los ciudadanos en general, independientemente de lo que estudien posteriormente, por eso creo que tiene un gran significado ser maestro de este nivel.

Todo mundo dice que es muy bonito ser maestro de este nivel educativo, pero asi como tiene su parte noble, también tiene su parte ingrata, hay de todo en el ejercicio profesional. De eso debemos tener plena conciencia, pues algunas ocasiones encuentra uno compañeros que lo ayudan a salir adelante en sus tareas, pero hay veces que los compañeros son los principales ostaculizadores de nuestro trabajo. Aun así no debemos decaer, es posible siempre seguir adelante.

Así es como he confrontado mi docencia y espero sea provechoso compartirlo con ustedes.

Un afectuoso saludo

Mi aventura de ser docente

Mi aventura de ser docente.


Ingresé al servicio educativo en 1983, como maestro de grupo en una primaria rural en el estado de Querétaro. La escuela donde llegué era unitaria y no contaba con vías de acceso con vehículos motorizados, por lo que tenia uno que llegar por caminos de herradura, generalmente caminando.

Al llegar a la escuela me hice cargo de un grupo de 26 niños que cursaban de primero a sexto grados, lo que quiere decir que mi grupo era multigrado. Como en la normal no me habían habilitado para ser profesor multigrado fue necesario echar mano de la creatividad necesaria para salir adelante en esa situación tan especial.

A partir de ese momento y para suplir las grandes carencias que tenía yo, y tengo, me propuse investigar las formas de trabajo con grupos multigrado, logrando recabar las estrategias más comunes de la época, como son los guiones didácticos, la audioclase y la técnica de monitores, las cuales fui combinando durante el trabajo cotidiano con mis alumnos.

Durante mis 26 años que tengo de servicio he aprendido mucho de mis compañeros y de mis alumnos, pues cuando del estado de Querétaro mi pasé al estado de Puebla, inmediatamente me inscribí en la UPN U-211, para cursar la licenciatura en educación básica, que terminé en 1990. Pero además en 1988 también me inscribí en la Normal Superior del Estado para cursar la Licenciatura en Ciencias Sociales, que terminé en 1994.

Aunque ya con el grado de licenciatura, en 1991 ingresé en la maestría en Investigación y Desarrollo de la Educación en la Universidad Iberoamericana, que terminé en 1994 también.

Ya con estos estudios, en 1995 me invitó el Secretario de Educación en el Estado, el Dr. Juan A. Badillo Torre, a trabajar como su asesor pedagógico en la SEP, lo que acepté en ese momento. Pero después me nombró director de la Unidad 212 de la UPN en Teziutlán, Pue., y posteriormente fui designado coordinador de unidades UPN en el estado.

Después de lo anterior me dediqué a la docencia en el nivel superior. En la UPN ya había yo ganada una plaza de 12 hrs. en 1994, por lo que en la normal superior impartí clases durante un año y regresé a la docencia en la Unidad 211en el año 2000, para retomar el modelo educativo que más me agrada: el crítico constructivo, que es con el que más nos identificamos en la UPN.

Desde esta trinchera educativa vivo la docencia día a día con mis alumnos, tratando de fomentar en ellos esa capacidad crítica que deben desarrollar los seres humanos para que puedan realizarse de manera armónica en todas sus dimensiones personales.

Creo firmemente que educar es desarrollar todas las facultades del ser humano para permitir su realización con plenitud y armonía.

Los problemas que actualmente enfrentamos como sociedad y como país no se resuelven con policías o soldados, se resuelven con una educación sólida que les permita a los individuos tener códigos éticos bien definidos y principios muy arraigados, de lo contrario no habrá cárceles ni policías suficientes para acabar con la delincuencia.

Espero que esta forma de enfrentar la docencia sea la adecuada y tenga algo de repercusión algún día.

FELIX RENDON RIOS